Los médicos se cuentan chistes entre paciente y paciente, o al "anochecer de un día agitado", como manera de poder seguir enfrentándose a la enfermedad un rato después. Muchos chistes tienen su origen en alguna anécdota real. El protagonista o un testigo la cuenta a otra persona, éste a un tercero y así... Y al final, muchas terminan convertidas en chistes populares, que no tienen un autor sino muchos. Se intenta reproducir los chistes populares y anécdotas sobre médicos, pacientes, dentistas, dietistas, farmaceúticos, psicoanalistas, que circulan de guardia en guardia, de congreso en congreso, de ateneo en ateneo, y después se pierden por los bares, las oficinas, las salas de espera... el mundo. Una recopilación sin contraindicaciones, cuyo efecto colateral es la risa (que puede ser contagiosa por vía buco-auditiva), ideal para recetársela a sus pacientes, o a sus amigos, a sus colegas de especialización o de sala de espera, en fin, a todos. No es recomendable contarlos durante una operación, y en cuanto a la dosis, es variable. No obstante, ante cualquier duda, cuénteselo a su médico. ¡Salud! ("Doctor ¿de qué te reís?" - RUDY -- Doctor en medicina)
El hombre lleva a su hija de 25 años a consultar a un médico.
----No sé, doctor…, mi hija es sana, fuerte, virgen, se alimenta bien, hace deportes, pero últimamente está triste, decaída, no sé…
----Y, dígame --dice el médico--, ¿su hija tiene novio?
----No, doctor…, ella es muy tímida…, de hecho yo mismo la he tenido que traer aquí.
----Bueno, mire, lo que su hija necesita es un coito…
---- ¿Un coito? ¡Ah, un…, coito! Ajá, ¿y eso se lo puede hacer usted?
----A mí me gustaría, pero ya estoy viejo…, espere que llame al enfermero, que él…
----Bien.
Viene el enfermero, le explica la cosa, agarra a la chica, la tira sobre la camilla y se ponen a fornicar a lo loco, ante la mirada del padre y el médico que se sientan a esperar. Al ratito, el padre le comenta al médico:
---- ¿Sabe, doctor? ¡Si yo no supiera que esto es un coito y que usted lo recetó, juraría que ése es un hijo de puta que se está follando a mi hija!
DIFUSORA FONORAMA para RADIO TÁBANO -- 6.12.12
En los sanatorios, guardias, hospitales, clínicas, ahí están ellos, los médicos, tratando de aliviar el dolor ajeno, y de llegar a fin de mes. Y allí están ellos, los pacientes, tratando de aliviar el dolor propio, y también de llegar a fin de mes. -- Entre los médicos hay profesionales serios, sacrificados, chantas, interesados: en fin de todo. Entre los pacientes, también. -- Y hay chistes sobre su labor cotidiana.
LOS MÉDICOS:
Gutiérrez se interna en un hospital, y lo recibe un médico. Gutiérrez: --Estoy muy preocupado por la higiene, doctor. Me contaron que el otro día un enfermo se internó por un problema cardíaco, y se murió por una infección intrahospitalaria. -- Y el médico: --Pero, mi amigo, quédese tranquilo, en este hospital esas cosas no pasan. Acá, ¡el que se interna por un problema cardíaco, se muere del problema cardíaco!
El Doctor a su Paciente: --Ajá, de modo que nos duele el estómago, no andamos nada bien de la vesícula, la presión deja que desear, fumamos mucho y tenemos los pulmones a la miseria... ¿Qué tenemos que hacer, Gutiérre. -- Y Gutiérrez: --Y, podríamos ir a que nos vea otro médico.
El Doctor a su Paciente: --Veo, Gutiérrez, que esta mañana tose usted mucho mejor que ayer. -- --Es que practiqué toda la noche, doctor.
El Doctor está por hacer una Receta: Gutiérrez: --¿Qué hace, doctor, me va a escribir la receta con un termómetro? -- El médico: --Uy, Dios, ¡me dejé el 'boli' en un culo!
Médico a Paciente: --Mire, amigo, no se preocupe más. Usted y yo tenemos los mismos síntomas y acá me ve, lo más tranquilo. -- Gutiérrez: --No sé, doctor...; tenemos los mismos síntomas, pero ¡no tenemos el mismo médico!
Un tipo llega al médico con una mancha de sangre en la cabeza. --¿¡Qué le pasó?! --¿Ve esa farola que hay en la esquina? --Sí. --Bueno..., yo no la vi.
El Paciente: --Doctor, en estos últimos tiempos como como un cerdo, duermo como un lirón, trabajo como un caballo y me rasco como un oso... ¿Qué hago? --Consulte a un veterinario.
Carlos va a lo del Médico: --Doctor, tiene que ayudarme, hace tres semanas que no tengo una erección... --Uy, hombre, tal vez tenga usted un problema psicológico... Dígame, ¿hay algo que lo tenga preocupado, que lo angustie...? --¡¡Claro, doctor, ya se lo dije, hace tres semanas que no tengo una erección...!!
A Manuel le dolía el testículo izquierdo. Entonces va al centro de la ciudad, y encuentra una chapa que dice: Doctor Gustavo Pérez y entra Manuel, saluda al doctor y le dice: --Mire, doctor, resulta que me duele el huevo izquierdo y.. Y el doctor: --Usted se confunde, yo soy doctor, pero en leyes, mi especialidad es el derecho ¿entiende? Y Manuel: --¿Especialista del derecho? ¡Coño con la especialización de hoy en día! ¿Y ahora dónde encuentro yo uno que sea especialista en el izquierdo?
La joven Macarena llega llorando a los gritos a la casa de los padres. --¡Mi novio es un hijo de puta, un mostruo, un degenerado! El padre: --Pero ¿qué te pasó, nena? --Que hoy fui de sorpresa a su consultorio, y lo encontré fornicando con una de sus pacientes. --Bueno nena, eso no es tan grave, tienes que ser un poco más moderna... --¡Mi novio es veterinario, papá!
Muere un médico y va al cielo. Hace la cola, pero san Pedro, al verlo, le señala otra puerta y le dice: --Proveedores entran por allá.
Un tipo sale del sanatorio y le comenta a un amigo: Macho, no sabes lo feo que es estar internado, te golpean la puerta a cada rato para tomarte la presión, la temperatura, darte remedios, ¡uff! --Las enfermeras te tenían mal, ¿eh? --Y sí, fíjate que cada vez que alguien me golpeaba la puerta yo preguntaba: "¿Amigo o enema?".
Manuel va al proctólogo Dr. González de la Moriña, porque pensaba que tenía hemorroides. El médico le dice que debe hacerle un tacto rectal. Manuel se desviste, el médico, con guantes, prepara dos dedos y se los introduce. --Hombre, ¿por qué me mete dos dedos? El médico: --Pues porque no estoy seguro de mi diagnóstico y quería una segunda opinión.
El hombre lleva a su hija de 25 años a consultar a un médico.
----No sé, doctor…, mi hija es sana, fuerte, virgen, se alimenta bien, hace deportes, pero últimamente está triste, decaída, no sé…
----Y, dígame --dice el médico--, ¿su hija tiene novio?
----No, doctor…, ella es muy tímida…, de hecho yo mismo la he tenido que traer aquí.
----Bueno, mire, lo que su hija necesita es un coito…
---- ¿Un coito? ¡Ah, un…, coito! Ajá, ¿y eso se lo puede hacer usted?
----A mí me gustaría, pero ya estoy viejo…, espere que llame al enfermero, que él…
----Bien.
Viene el enfermero, le explica la cosa, agarra a la chica, la tira sobre la camilla y se ponen a fornicar a lo loco, ante la mirada del padre y el médico que se sientan a esperar. Al ratito, el padre le comenta al médico:
---- ¿Sabe, doctor? ¡Si yo no supiera que esto es un coito y que usted lo recetó, juraría que ése es un hijo de puta que se está follando a mi hija!
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